
Bombones de chocolate negro, bombones de chocolate con leche, bombones de chocolate blanco, bombones de rellenos de frutas (higos, naranja, fresas..) bombones rellenos de frutos secos…¿Cuáles son tus preferidos?
Los bombones son un clásico que nunca falla. Por sus ingredientes, elaboración y envoltorio, son unas auténticas joyas ideales para regalar en momentos especiales.
Los significados atribuidos a los bombones son infinitos. Un bombón puede hacer explícitos sentimientos de cualquier tipo; amistad, amor, arrepentimiento, agradecimiento… o simplemente pueden ser la excusa perfecta para degustar chocolate en pequeñas dosis y en un sinfín de modalidades.
“La vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar”, es la frase más emblemática de la película Forrest Gump, y es verdad que una de las cosas que más gusta de los bombones es el factor sorpresa, aunque la apariencia externa es también un factor muy importante, la creatividad a la hora de elaborar el relleno resulta fundamental incita a disfrutar de un momento especial.
Historia de los bombones
A pesar de ser muchas las historias sobre del origen de los bombones, la más extendida señala el origen en el siglo XVIII, cuando el pastelero de Luis XIV, (también conocido como Rey del Sol), le presentó al monarca unas frutillas bañadas en chocolate, ya que el rey era muy aficionado al chocolate, exótico manjar traído de las Américas.
El Rey Sol, ante el gran descubrimiento de su pastelero exclamó “bon bon” traducido del francés, doblemente bueno. De aquí surgió el término bombón.
Desde que Luis XIV bautizara de forma accidental a cualquier tipo de chocolate relleno con el nombre de bombón, éste ha ido ganando popularidad.
Años después, artesanos belgas, suizos, italianos y franceses perfeccionaron la técnica de elaboración de los bombones a través de técnicas manuales. De este modo surgieron gran cantidad de negocios familiares en los que se guardaban con gran recelo las recetas para la fabricación de las coberturas y de sus rellenos exquisitos.
A pesar de esta tradición artesana, la industrialización inundó este sector en busca de un abaratamiento de costes y de acercar los productos a un público masivo. Por suerte, a día de hoy, los procesos de producción de bombones artesanos se mantienen, ya que la diferencia en cuanto a calidad y originalidad es notable con respecto a los elaborados industrialmente. La producción artesana les otorga un valor añadido único e inigualable.
En 1868, la conocida marca de chocolates Cadbury sacó al mercado la primera caja de bombones. Este fue el momento decisivo en el que además del ya consolidado manjar que eran los bombones, se convirtieron en uno de los obsequios por excelencia. En muchas ocasiones, como en San Valentín, no hay mejor regalo que una exquisita caja de bombones.
Beneficios del chocolate
El ingrediente principal del chocolate es el cacao, ingrediente ancestral y delicioso, además de tener muchos beneficios y usos. Cuanto mayor sea porcentaje de cacao mayores serán su beneficios, entre otros:
- Afrodisíaco
El consumo de chocolate eleva los niveles de endorfinas y de serotonina, las hormonas del placer y la felicidad a la vez que estimula el sistema nervioso.
- Reduce el colesterol
Un consumo moderado de chocolate puede reducir los niveles de colesterol debido a su ácido oleico.
- Es un alimento saciante
No es necesario comer grandes cantidades para sentirse saciado. Debido a su contenido en fibra, haciendo que con una pequeña cantidad del mismo se pueda alimentar un antojo e incluso evitar el consumo de otros alimentos más calóricos.
- Alivia el estrés y es un antidepresivo natural
Debido a la serotonina que contiene el cacao, los niveles de hormonas del estrés en el organismo se reducen significativamente, dando lugar a una mayor concentración y tranquilidad.
La serotonina es un antidepresivo natural, el cacao también estimula la producción de endorfinas, las responsables de las hormonas del placer.
- Aporta fibra
La fibra soluble es la que ayuda a mantener el colesterol controlado, con una sensación de saciedad prolongada y favorece a una buena salud digestiva.
- Es bueno para la salud cardíaca
Comer chocolate negro puede prevenir el riesgo de enfermedad cardiovascular. El chocolate amargo es rico en flavonoides. Estos son un antioxidante vegetal que pueden inhibir la oxidación del colesterol LDL (o colesterol «malo»), combatir la formación de coágulos sanguíneos, regular la respuesta inflamatoria de los vasos sanguíneos y controlar la presión arterial.
- Beneficioso para la piel
Tanto su consumo como incorporación en mascarillas, puede mejorar la piel gracias a dos antioxidantes: fenoles y catequinas. Estos nutrientes regeneran la piel y reducen su inflamación, además humecta y suaviza la superficie dérmica
- Relación chocolate, amor y sexo
El chocolate es uno de los alimentos de los que más se habla respecto a la sexualidad y se le ha calificado de afrodisiaco, sustituto del sexo… Pero, ¿qué hay de cierto en todo esto?
Estudios realizados mediante neurotomografía han demostrado que durante el consumo de chocolate se activan las mismas áreas cerebrales que con el consumo de cocaína. Y, curiosamente, dicha activación también concierne a las estructuras cerebrales implicadas en el deseo sexual y en las relaciones interpersonales.
El cacao contiene anandamida, una sustancia que ayuda a aumentar la felicidad, mejora el ánimo y permite que la persona que lo consume se sienta en un estado de bienestar. Además, tiene un alto grado de feniletilamina, (conocida como la hormona del enamoramiento), la endorfina que libera el cerebro cuando se está enamorado, la cual incrementa la producción de serotonina y dopamina, causando mayor sensación de placer en nuestros cerebros. El chocolate también estimula el sistema nervioso lo que implica el aumento de la libido, debido a estos efectos, es por lo que se considera un afrodisíaco.
Lo cierto es, que este ingrediente, además de su delicioso sabor y de regalárselo a tu pareja como parte del romanticismo, también puede dar un toque de erotismo a la hora de tener un encuentro sexual.
El chocolate es, por excelencia, el detalle perfecto para cautivar a esa persona especial. Se transforma en una extensión de los sentimientos del enamorado hacia su pareja. Sin duda, este derivado del cacao genera una diversa gama de sentimientos entre los amantes, impulsándolos e intensificándoles.
Cualquier día es bueno para regalar y compartir con tu pareja una deliciosa caja de bombones de chocolate. Pero un día especial, es sin duda, el 14 de febrero, Día de San Valentín, Día Internacional del Amor.
Historia del Día de San Valentín
El día de San Valentín es una festividad religiosa, conocida por el nombre de un Santo, Valentín, quien se reveló al poder en su momento y sufrió las consecuencias por ello.
En la Roma del siglo III, el emperador Claudio II decidió prohibir los matrimonios de los jóvenes, considerando que los solteros sin familia eran mejores soldados al no tener vínculos sentimentales ni ataduras de pareja. Un sacerdote llamado Valentín consideró que esto era un error y decidió saltarse la orden y casar en secreto a todos los jóvenes enamorados que así lo quisieran. Al enterarse el emperador de este acto de rebeldía sentenció a muerte al sacerdote Valentín, un 14 de febrero del año 270.
San Valentín es el patrón de los Enamorados y es por ello que se celebra todos los años el 14 de febrero el Día de San Valentín o Día de los Enamorados.
Existen numerosas leyendas alrededor de la historia de San Valentín. Una de ellas señala que mientras el sacerdote Valentín estaba en los calabozos esperando su fatal destino, se enamoró de una joven ciega que también se encontraba encarcelada y a la que cursó el milagro de poder ver antes de morir.
Se tiene registro de que el primer día de San Valentín fue celebrado el 14 de febrero de 494. Al principio, la fiesta era oficial de la Iglesia Católica, hasta que, en 1969, durante el Concilio Vaticano II se eliminó del calendario litúrgico.
Hoy en día, la celebración de San Valentín se ha popularizado en todo el mundo, y ha sido aprovechada por el mercado para la creación de todo tipo de productos para su comercialización, uno de los más populares, sin lugar a duda, los bombones de chocolate.
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